Crema fría de zanahoria, coco y jengibre.

 

“Comer bien es una forma de respetarse a uno mismo”

 

Y cuando hablamos de respeto, hablamos del primer paso en la práctica de Yoga: Ahimsa

Cuidar nuestra alimentación es también Yoga.

Yoga implica escuchar al cuerpo y darle lo que necesita en cada momento.

Por ejemplo, en esta época del año, mi cuerpo me pide salir al exterior, sociabilizar más, ver mundo, tomar el sol…

No me apetece nada quedarme en casa y cocinar recetas complicadas o muy elaboradas. 

Además, con el calor, el cuerpo te pide comidas más ligeras, templadas o frías, ¿verdad?

 

¡Se nota que el verano está ya a la vuelta de la esquina!

Y con él las vacaciones, las reuniones en familia y los encuentros con amigos. 

Justo el otro día, me vino a la mente una cena que hice con unos amigos el verano pasado.

Quise compartir con ellos un menú con ingredientes de temporada y, como entrante, me apeteció ofrecerles una crema fresquita.

Sin duda, cuando aprieta el calor, las sopas frías son una gran opción.

Me encanta el tradicional gazpacho, también la vichyssoise fría, pero en esta ocasión me apetecía un entrante ligero y fresquito diferente a todo lo que conocía.

Al final dí con esta exquisita receta que, de entrada, me pareció exótica y diferente pero con una combinación de ingredientes interesante… 

¡Y resultó todo un éxito!

Se trata de un plato muy saludable que tiene como base principal la zanahoria.

 

 

¿Sabías que la zanahoria es uno de los alimentos con más beneficios para nuestra salud? 

Pues sí, tiene gran cantidad de vitaminas y minerales, hasta el punto de ser considerada como prioritaria en la dieta.

La zanahoria es una de las hortalizas más producidas y consumidas en el mundo. Si bien se cultiva durante todo el año, su temporada fuerte es entre primavera y verano, concretamente desde mayo hasta julio.

Como seguramente ya sabrás, es rica en betacaroteno, precursor de la vitamina A o retinol. Ambas moléculas confieren un poder antioxidante con beneficios probados en la regeneración celular, especialmente en la piel.

¿Y sabes algo más?

Las zanahorias contienen pocas calorías, especialmente en su versión cruda, por lo que son muy recomendables en dietas de adelgazamiento.

Un consejo: a la hora de comprarlas, para asegurarte de que son frescas fíjate en su color, deben ser naranja brillante. También comprueba que están duras y firmes. Además, a ser posible, mejor que conserven sus hojas y que presenten pocas irregularidades.

 

Propiedades y beneficios de las zanahorias.

¿Quieres saber más sobre las zanahorias?

Pues sigue leyendo, ¡te van a sorprender todas sus cualidades!:

  1. Mejora la vista. Los betacarotenos son unos poderosos protectores que evitan el envejecimiento prematuro. Protegen nuestra retina y evitan la aparición de cataratas.
  2. Protege la dentadura. Comer zanahorias crudas fortalece los dientes y encías. Contiene flúor, un mineral fundamental para cuidar el esmalte dental.
  3. Ayuda en los problemas intestinales. Gracias a su alto contenido en fibra previenen el estreñimiento. Además, calman las molestias gástricas y el exceso de acidez.
  4. Tiene propiedades diuréticas. Por su elevado contenido en agua son diuréticas y ayudan a la desintegración de los cálculos renales.
  5. Proporcionan energía al cerebro. Ricas en potasio y fósforo, las zanahorias son un remedio para mentes cansadas y nervios desatados.
  6. Buena para uñas y cabello. Son muy ricas en betacaroteno, un potente antioxidante que contribuye al crecimiento y desarrollo de estas zonas.
  7. Tiene propiedades anticancerígenas. La OMS dice que los carotenoides, unas sustancias que le dan ese color naranja, ayudan a prevenir el cáncer.

 

¿Cómo hacer una crema fría de zanahoria, coco y jengibre deliciosa? 

Muy fácil: ¡siguiendo estas sencillas instrucciones!

Aquí te comparto esta exquisita receta, muy fácil de hacer, para que puedas degustarla este verano en buena compañía:

¿Qué necesitas?

Como me gusta decir, lo primero que necesitas es una actitud positiva y llena de amor, eso asegura el éxito de cualquier receta.

Pero, además de eso, necesitarás los siguientes ingredientes (para 4 personas):

  • 500 g de zanahorias
  • 1 cebolleta
  • 1 diente de ajo
  • 100 ml de leche de coco
  • Limón (1/2 limón o al gusto)
  • Jengibre fresco (un trozo del tamaño de un dedo pulgar, unos 5 gr)
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 1 litro de caldo de verduras o agua
  • Opcional para decorar: jengibre en polvo, dados de coco fresco y un poco de yogur natural o con cilantro, perejil, pipas de calabaza. Sin nada también está muy buena.

 

¿Y ahora qué hago con todo esto?

¡Ponerte manos a la obra!

Tendrás esta crema fría preparada en menos de lo que imaginas.

¡Empecemos!:

  1. Pica la cebolleta y reserva un par de cucharadas soperas de la parte verde para decorar luego el plato. Pela y corta las zanahorias en rodajas. Pela el ajo y el jengibre y pícalos. Reserva.
  2. Calienta unas 4 cucharadas soperas de aceite de oliva en una olla y pocha la cebolleta con un poco de sal a fuego medio hasta que esté transparente. Añade la zanahoria y una pizca de sal y cocina durante 6-7 minutos a fuego alto para que quede ligeramente dorada removiendo para que no se queme. Luego añade el ajo y el jengibre y cocina durante uno o dos minutos más.
  3. Incorpora el caldo, tapa la olla y déjala a fuego lento unos 20 minutos o hasta que la zanahoria esté blanda. Deja enfriar.
  4. Añade la leche de coco y un chorrito de zumo de limón y tritura hasta obtener una crema fina. Prueba y ajusta el punto de sal, jengibre o leche de coco. Guarda la crema en la nevera hasta que esté fría.
  5. Sirve tal cual o, si te apetece, puedes decorar un poco el plato (ver ingredientes).

 

¡Te toca!

Ahora que ya has visto lo fácil que es, solo falta que te animes a probarla.

Si lo haces, no olvides dejarme un comentario para decirme qué te ha parecido esta receta.

Espero que te guste tanto como a mí.

¡Bon profit!

Namasté

 

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